El municipio de Pedralba es ideal para hacer rutas con niños, visitar el pueblo o simplemente perderse por sus cealejuelas. La familia disfrutará de la tranquilidad de pasear por sus estrechas calles y poder observar su historia a través de las diferentes edificaciones, por este municipio de origen musulman se puede ver en sus construcciones el paso de diferentes culturas a lo largo de los años.
Proponemos una ruta sencilla y corta de aproximadamente 30 minutos, para ver desde un punto elevado Pedralba y el Parque Natural del Túria.
Para llegar a La Torreta tomaremos la Calle San Miguel, saliendo del casco urbano, hasta sobrepasar el colegio público Juan Bernia donde a la izquierda surge el camino que en subida continua nos conduce hasta la cruz. Lo hace a través en todo momento de un paisaje de tierra roja arcillosa, plagada de surcos que han ido dibujando las lluvias, y de un aspecto árido en el que se combina la vegetación autóctona del lugar, tomillo, romero y pitas, con la de los cipreses y pinos empleados para su reforestación.
En La Torreta se levanta un monumento en memoria de la labor realizada en la población por una misión de Padres Dominicos habida en mayo de 1940, pero la verdadera leyenda que envuelve al lugar es la de ser el lugar que acogió el enterramiento del Bandolero Santacruz. José Martínez Andrés, el bandido Santacruz, fue un personaje de finales del XVIII y principios del XIX, al que las intrigas de los que pretendieron a su mujer llevaron a la cárcel, pero que una vez fugado de la misma y furtivo en el monte fue llevando a cabo la venganza de sus enemigos con la muerte de estos. Cuenta la leyenda que aquí, por no disponer más terreno que recorrer, vino a detenerse el caballo que arrastraba la cabeza de Santacruz después de que éste fuese ajusticiado.
Nos ofrece La Torreta unas excelentes vistas sobre el término y en especial sobre el casco urbano de Pedralba, como si de un vuelo sobre los tejados se tratase. Ya de vuelta tomaremos la senda que discurre a espaldas del colegio y que nos lleva hasta la Calle Cervantes. Tendremos en ese trayecto ocasión de contemplar, junto a los restos de los que fueron los pajares de las eras, las ruedas de molino que decoran un rincón del jardín creado en la falda de La Torreta.
Una vez en el pueblo podremos visitar parte de su patrimonio histórico:
-El Castillo
El castillo se levanta sobre la parte más elevada de la medina musulmana de Pedralba. Es de planta cuadrada, con esquineras de sillería y muros de argamasa, como el que se puede contemplar en la escalinata de la calle de La Rocheta.
Fue obra de los señores territoriales de Pedralba, los Zapata de Calatayud, posiblemente del siglo XIV. Se mantuvo íntegro hasta mediados del siglo XIX.
– Iglesia
La Iglesia es el monumento más destacado de Pedralba. Está dedicada a la titular de la parroquia, la Purísima Concepción. El patrón de Pedralba es san Antonio Abad, cuyas fiestas se celebran a partir del 17 de enero, desde el siglo XVII.
La iglesia es de nueva planta y estilo neoclásico. Se bendijo como nuevo templo el 16 de enero de 1771. Sustituyó a la anterior, obra de 1663, cuya base era la vieja mezquita de la Pedralba mudéjar.
-Torre-Campanario
El campanario, salvo el cuerpo de las campanas y del reloj, es también mudéjar, construido por los musulmanes de Pedralba como alminar de la adyacente mezquita.
En la actual iglesia podemos admirar su excelente fachada, su altar mayor en el que se combinan acertadamente mármoles de diferentes colores; las pinturas de las pechinas de la cúpula y de los óvalos que adornan la nave central, y su exquisita y refinada decoración de estilo rococó.
También cuenta con un icono neobizantino considerado como el más grande de toda Europa pintado en tabla.
-Calle de la Acequia
La calle de la Acequia es, sin lugar a dudas, la más importante e imponente de las que conforman el casco urbano de Pedralba.
La vieja Acequia del Molino es de origen musulmán, y está jalonada por varios puentes que dan acceso a las imponentes casas que se sitúan en su orilla derecha. Estas casas, con sus magníficas fachadas de gran porte, son símbolo inequívoco de la pujanza económica que experimentó Pedralba a finales del siglo XIX, fundamentada en la elaboración de sus afamados vinos.
Esta acequia, la más importante de las existentes en Pedralba, tomaba sus aguas del azud situado en las proximidades de Bugarra, y con ellas se regaba la Huerta de Casa y se movían las muelas del Molino harinero.
La terrible riada del Túria de 1957 inundó la planta baja de estas casas ya que las aguas desbordadas del río alcanzaron en esta zona una altura de 3 metros, tal y como se recuerda en una placa cerámica.
-Calle Rocheta
Esta es una de las calles más pintorescas de Pedralba que al pertenecer a la antigua medina musulmana tiene una trayectoria sinuosa y con recovecos cerrados como es el caso del “Porche”.
Su parte con mayor desnivel, corre paralela al muro meridional del Castillo, habiendo sido preciso dotarla de escaleras para facilitar el tránsito peatonal. Arrancaba del “Portal de La Acequia” y ascendía hasta la plaza del Castillo.