Parque de La Lomiquia

Situado en la periferia del municipio, el Parque de La Lomiquia es un buen ejemplo de resultado de un proyecto de restauración ecológica de un espacio degradado, pues antes este espacio era usado como el vertedero del pueblo.

Han sido necesarias inversiones, obras y, sobre todo tiempo para que este enclave presente el aspecto que tiene hoy en día. El parque, con una superficie de más de 55.000 m², es considerado por muchos el pulmón verde del pueblo. Desde la entrada aparecen diferentes viales y caminos que recorren todo el parque, por ellos puedes disfrutar de la gran diversidad de elementos naturales que se pueden encontrar.

El parque presenta diferentes ecosistemas en los que encontramos distintos elementos dominantes como praderas con ejemplares de pino piñonero (Pinus pinea) y pino de Chipre (Pinus brutia), prados con aromáticas mediterráneas como el romero (Salvia rosmarinus) o la salvia (Salvia officinalis), vegetación de ribera con especies como el chopo blanco (Populus alba) o el taray (Tamarix africana), o bosque mixto donde se intercalan ejemplares de coníferas como el pino carrasco (Pinus halepensis) con frondosas como las carrascas (Quercus ilex). También se pueden encontrar ejemplares de gran porte de especies mediterráneas empleadas tradicionalmente como cultivo como son olivos (Olea europaea) y garroferas (Ceratonia siliqua). En el noreste del parque podemos encontrar un espacio dedicado a las cactáceas y suculentas, pudiendo encontrar una amplia variedad de especies.

Diferente a estos ambientes encontramos ecosistemas donde el agua es el elemento clave, como el estanque. Este elemento del parque fue restaurado y naturalizado en el año 2020 mediante la reparación de fisuras y grietas, la instalación de un sistema hidráulico de recirculación del agua, la creación de jardineras y la plantación de especies palustres autóctonas cedidas por el Centro de Investigaciones Piscícolas El Palmar. La presencia de vegetación acuática en el estanque hace que tenga un sistema de filtrado verde por el cual el agua se mantiene más limpia, además de proporcionar alimento, agua y/o refugio a gran variedad de especies como ánades azulones (Anas plathyrhynchos), cercetas comunes (Anas crecca) o ranas (Pelophylax perezi). Por otra parte, situado en uno de los laterales del estanque encontramos una charca protegida del sol por una barrera natural de arbolado. En este pequeño enclave se ha querido recrear un ecosistema muy particular en el que el elemento dominante es la humedad, lo que permite el desarrollo de diferentes especies de pteridófitos como Adiantum capillus-veneris o Equisetum japonicum.

En este espacio también se han llevado a cabo actuaciones para ayudar a la fauna mediante la instalación de cajas nido para aves insectívoras, refugios para murciélagos y hoteles para insectos. Mediante estas medidas se puede incrementar el éxito reproductivo de especies animales que actúan como agentes de control biológico sobre poblaciones de otros animales que pueden perjudicar a la agricultura o pueden resultar molestas para el ser humano.

En la parte más céntrica del parque encontramos un aulario, un parque de juegos infantiles y una cafetería, permitiendo que desde los más mayores hasta los más pequeños puedan disfrutar de este maravilloso espacio. Muy próximo, encontramos un ágora en el que se llevan a cabo diferentes actividades culturales y deportivas. Asimismo, repartidos por todo el parque podemos encontrar merenderos e incluso, próximo al estanque, un espacio con mesas inclusivas donde poder jugar a juegos de mesa tradicionales como el ajedrez, la oca y el parchís.

Actualmente se sigue trabajando para conservar y mejorar todo el entorno del parque, de forma que siga siendo un refugio para la biodiversidad y, un lugar donde poder desconectar y disfrutar de la naturaleza.