La espectacular Iglesia del siglo XVIII, está dedicada a la Patrona, la Purísima Concepción, es de estilo Barroco Valenciano, destacando su peculiar fachada y el Altar Mayor. También se puede observar el icono en tabla más grande de Europa, pintado por el famoso iconógrafo de Tradición Eslava: Francisco Arlandis.
La Iglesia es el monumento más importante de Pedralba. Está dedicada a la patrona del pueblo, la Purísima Concepción. Se halla cimentada sobre los restos de la mezquita, hasta el punto de que lo que hoy es la base de la torre fue en su día el minarete desde el que se llamaba al rezo. La edificación de la actual Iglesia de estilo Barroco tardío se remonta a mediados del XVIII. Es posible que en su momento existiera intención de despejar una gran plaza frente a su extraordinaria fachada, cosa que nunca se hizo quedando asomada a una estrecha calle. En ella destaca su Altar Mayor, así como su peculiar fachada, ya que presentan muchas curiosidades. La fachada principal parece que sea totalmente simétrica, pero se encuentran diferencias en cada pilar como la representación de un sol en uno y una luna en otro, que representa el día y la noche. En el Altar Mayor, a cada lado de la Patrona, se puede observar un castillo y un pozo, que indican protección y sabiduría. También se puede ver el icono más grande de toda Europa pintado en tabla. Es un icono del arte bizantino pintado por Francisco Arlandis, natural de la Real Parroquia de San Andrés Apóstol, en Valencia También es conocido por pintar los cirios pascuales de muchas parroquias.
Hay una historia sobre la patrona que cuenta que en tiempos de guerra, un hombre pedralbino estaba en su casa mirando el río cuando vio como una cabeza de mujer flotando en el río. El hombre pensó que era una mujer que se estaba ahogando y se tiró a salvarla. Al alcanzarla pudo comprobar que era la cabeza de la Virgen. El hombre la guardó en el interior del tronco de un árbol hueco. El hombre, por causas de la guerra se fue a vivir a Vilamarxant. Cuando terminó la guerra regresó a por ella y la entregó al pueblo. Se hizo una nueva Virgen, poniendo la cabeza en su lugar. Antes de que se reformara, se podía observar como una parte de la cara era más oscura que la otra. Esta historia se transmite de padres a hijos