Iglesia de Santa Catalina
Localizada en el casco antiguo, muy próxima a los restos de la muralla árabe, en la parte más alta del pueblo, se encuentra la iglesia de Santa Catalina Mártir.
El 13 de Junio de 1887, se colocó la primera piedra de la que hoy es nuestra iglesia municipal, la iglesia de Santa Catalina Mártir (aunque su bendición y finalización se prolongó hasta el 24 de noviembre de 1900). La iglesia fue edificada sobre una mezquita árabe que se fue transformando durante el tiempo, tras la reconquista.
El templo, con planta de cruz latina y estilo neoclásico y con cierta inspiración en la iglesia de los Jesuitas de Valencia, tiene una altura de 35 metros y 6 capillas laterales. Impresiona su luminosidad y su altura mayor con una imagen de Santa Catalina de grandes dimensiones. Tanto el presbiterio como la capilla del Cristo, están conformados con mármoles rojos de la cantera de la Pedrera del Rey, y la mesa y el altar, con impresionantes esculturas, bajos y relieves en alabastro. Destaca también, la nave central, donde hay un conjunto escultórico de los apóstoles.
El campanario, que aparenta bajo debido a la inmensidad de la fachada, consta de cuatro campanas para los toques litúrgicos y para las horas. La más antigua de las campanas está fechada en 1886 y la más grande, que lleva el nombre de Santa Catalina, pesa unos 945kg.
Cisterna del Siglo XV
Es una Cisterna del siglo XV de origen árabe la cual está restaurada y visitable que tiene acceso por medio de unas escaleras de esa misma época. Con una única nave dividida en tres compartimentos comunicados entre sí, y cubierta abovedada. Hay un orificio pequeño por el que salía agua que manaba de la cisterna y se podía coger agua de ahí. La acequia denominada “Sequieta dels Horts”, proveía de agua la cisterna, hasta que fue cerrada en la tercera década del siglo XX. Está ubicada en la plaza y en el edificio cultural que tiene su mismo nombre.